“¡Esto es Cádi, y en Cádi hay que mama!”.
“De fútbol sabe todo el mundo”. (Marogar, pensamiento escuchado en toda mi vida).
Igual que se repite hasta la saciedad aquello de que “En el fútbol está ya todo inventado”, también en el fútbol de los tópicos es muy común afiliarse a otros tabús que se manejan constantemente, sin mayores reparos intelectuales: “El fútbol de posesión siempre gana”; “Jugar bien es jugar bonito”; “Salir jugando desde el portero es lo que mandan los cánones del fútbol moderno”; “Al fútbol siempre hay que jugar hacia delante”; “Es un equipo muy trabajado”; “Es un equipo que ensaya los lanzamientos de faltas”; “Es un equipo muy bueno, está muy “mecanizado”; “Hay que ganar como sea…” En fin, el relato de frases hechas podría ser infinito.
Me gustó el artículo de Lartaun de Azumendi, “@sietecallero”, en el que aseguraba que a “El Loco de la Colina” le gustaba el fútbol. No creo que hubiera un solo aspecto relativo a lo humano que no le interesara”. Y aseguraba Lartaun que era del Betis. “Su indudable talento (Quintero), quizá más aún su maestría para zapatear por los límites del barranco por el que necesitaba transitar cuando se encendían los focos”.
“El Loco de la Colina” era como aquel hombre pertrechado con una gabardina que a finales de 1953 no tuvo una mejor ocurrencia que sentarse sobre el arco de San Mamés durante un derbi vasco. La policía no fue capaz de hacer que se bajara de tan peligrosa ubicación y hubo que esperar al final del choque para conocer por qué se había encaramado en el emblemático ingenio arquitectónico: “quería ver mejor el partido”.
(…) “En ese sentido, otro “Loco”, argentino éste, ha sido el más “Quintero” de los entrenadores del Athletic de las últimas décadas. Las propuestas de Bielsa buscaban constantemente la catarsis desde el cientifismo del balón. Capaz de inflamar las almas de los miles de aficionados que lo fueron venerando en San Mamés, el rosarino exigía el “striptease” a sus leones para solo así ir a por todas. No había planteamiento del rival que los de Bielsa dejaran sin respuesta. A lo loco”.
En ”El fútbol y más allá”, se aseguró que “La vida es fútbol y viceversa”… Y allí me informé que “En Cádiz resulta muy popular el grito cantado a coro. Se utiliza como un gesto de reivindicación del gaditano frente a todo aquel que intenta ofender o usurpar algo propio de la “gaditanía”. Evidentemente el grito ha tenido su máxima expresión en los ambientes futbolísticos, ya sea en “Carranza” o en cualquier otro campo donde juegue el equipo cadista. La circunstancia más oportuna para su canto puede ser, por ejemplo, cuando el Cádiz CF remonta (o aspira a remontar) un partido ante un rival que partía como favorito, que llega con cierta prepotencia o que tiene mayor potencial”.
(…) “La expresión “Hay que mamar” está muy arraigada en la cultura popular andaluza, su particular adaptación del gaditano la hace única. El origen de este grito de reivindicación está en el pregón de “Carnaval de 1984”, dado por el periodista y presentador de radio y televisión Jesús Quintero “El Loco de la Colina”, que escribió su histórico pregón en colaboración con el periodista y escritor Antonio Burgos, que sería pregonero en 1988 junto al cantautor Carlos Cano”.
(…) ”Aquella noche del viernes 2 de marzo de 1984, el “Loco” llegaba a la plaza San Antonio en una ambulancia, con camisa de fuerza y custodiado por dos insignes “loqueros”, el humorista “Josele” y el genial cantaor gaditano “Beni de Cádiz”, pregonero en 1991. Ataviado con larga levita, sombrero de copa y bastón de puño de plata, como los petimetres del siglo XIX, el “Siglo de las Luces” y de las “Cortes de Cádiz”, el “Loco” comenzó su pregón, de forma apoteósica, con estas palabras: “Perdón. No todos los hombres han tenido la suerte de nacer en Cádiz, pero ya que los gaditanos me habéis concedido el más alto honor de mi vida, hacer el pregón del Carnaval, he de decir que he venido por tres razones: Primera: “Porque en Cádiz hay que mamar”; Segunda: “Porque en Cádiz hay que mamar”; Tercera: “Porque en Cádiz hay que mamar”. El tercer “Porque en Cádiz hay que mamar” fue ya coreado por los miles de personas que se concentraban en tan popular plaza. Durante el pregón hubo más oportunidades para ello, afianzándose como el grito de “guerra” de aquel Carnaval”.
Que el Cádiz CF es algo más que un equipo de fútbol es una evidencia, por supuesto no comparamos con el FC Barcelona. Incluso, es algo más que un sentimiento. Es algo con identidad propia, tan arraigado en la ciudad, y en el gaditano, que forma parte del patrimonio cultural de aquella y del sentimental de éste. De ahí que ese sentimiento de orgullo de “gaditanismo”, hecho grito a partir del pregón “quinteriano”, no tardase en manifestarse en el coliseo cadista.
(…) ”Aquella emporada de 1983/84 el Cádiz CF disfrutaba de su tercera experiencia en primera división, pero su trayectoria hacía prever que, al igual que las dos anteriores, tampoco podría salvar la categoría, como efectivamente así ocurrió. Después de seis derrotas consecutivas, el equipo se hundía en la última posición de la clasificación, pareciendo prácticamente imposible la salvación… El siguiente partido, a seis del final, el Cádiz CF recibe en “Carranza” a la UD Salamanca, que también lucha por la permanencia, y a la que se puede superar en la clasificación en caso de ganarle”.
(…) “El esperado acontecimiento se celebra el domingo 25 de marzo, justo dos semanas después del “Domingo de Piñata”. El juego es tremendamente igualado y, pese a que cualquiera puede marcar, el partido avanza al final con el empate a cero. El aficionado cadista no ceja en su empeño de animar a su equipo para que mantenga la lucha. Ese aliciente surte efecto y, a falta de algo más de veinte minutos para el final, Salvador Mejías consigue adelantar a los amarillos. El gol es cantado a coro por todo “Carranza” y segundos después, de forma improvisada surge el cántico que se había hecho tan popular durante las fechas carnavalescas: “¡Esto es Cadi y aquí hay que mamá!”. El menor de los Mejías redondeaba el marcador con otro gol a falta de cinco minutos para el final”.
El Cadi ha vuelto a descender, aun habiendo mamado, se va a la Segunda División a pesar de los cambios de entrenador. Es lo que me enseña “La Ignorática”, que no la “Inteligencia Artificial”, y, seguramente, tardará un año en subir, o al menos es mi percepción experencial, quizás más bien mi deseo sentimental como a tantos otros españoles y no los de Cadi... Aunque fuera todo ello un homenaje al “Loco de la Colina…”
2.junio.2024