¿Quién sabe todo de fútbol?
“Nadie completó su aprendizaje jamás” (Von Goethe).
En 14.03.2017, escribía en “esfutbol.net”: ¡Quiero saber de fútbol…! O sea, públicamente ya aceptaba que no sabía de fútbol, aunque sí que entiendo de muchos aspectos del juego y en mis libros sigo persiguiendo aspectos de mejora con el espíritu de “La Ignorática”. En todo caso, me sigo encontrando con personas que presumen de conocer todo lo que se mueve en torno al fútbol. Esa “impertinencia” la suelen manifestar en público sin encomendarse a Dios ni al diablo.
Confucio, que no era entrenador de fútbol, aseguró que “El que piensa, pero no aprende, está en gran peligro”. Para mí es evidente que el fútbol tiene muchas caras, nunca una, única y verdadero, estando siempre abierto a infinitas soluciones… Y lo que resulta más lamentable es que “Nunca aprendí de un hombre que estuviese de acuerdo conmigo”. (Robert A. Heinlein). Actualmente, nos podemos poner a prueba en “twitter” y comprobamos lo difícil que es llegar a consensos sobre las cosas más nimias.
Sin más preámbulos, voy a recordar que, desde que escribo libros, sé mucho más de fútbol. Es una realidad comprobable pero tampoco quiero que nadie se ponga ahora a cuestionármelo. En 2009 yo tenía 60 años y siempre había escrito artículos sueltos, bastantes, acerca del fútbol, sus tácticas, sus prácticas, sus jugadores, sus entrenadores… Y pude comprobar, fehacientemente, que “En la juventud aprendemos y en la vejez entendemos”. (Marie Eschenbach). O sea, distingo dos grados de conocimiento de una misma cosa.
Hay quien memoriza alineaciones de equipos en diversas formaciones, en diversas épocas, en variados campeonatos, lo que les predispone a creerse que esa cualidad memorística le permite saber de fútbol… Por supuesto, el conocimiento del fútbol te permite disponer de muchos datos estadísticos, manejándolos con soltura, pudiendo presumir ante los “hinchas” vecinos o ante las amistades de las colecciones de cromos Panini. Una cosa es conocer nombres y sucesos; otros saberes serían los que superan la teoría de muchas cosas y consigue una mejor operatividad para ganar partidos de fútbol como es el caso de los futbolistas.
Aún hay cosas que encontrar en el fútbol como quien busca una aguja en un pajar. Cuando aprendes, rejuvenecemos el espíritu, la mente se alimenta de buenas ideas: “La educación es aprender lo que ni siquiera sabías que no sabías” (Daniel J. Boorstin). Ojalá que muchos de los aficionados que asisten a todos los partidos del Estadio pudieran reflexionar con la frase de Vernon Howard, “Camino siempre por la vida como si tuvieses algo nuevo que aprender y lo harás”.
De momento, por mi edad, juego al fútbol pensándolo, escribiéndolo, ideándolo… Porque “El aprendizaje no es un deporte de espectadores” como dijera Blocher. O el otro dicho de Confucio con el que nos debemos enfrentar a la realidad: “El aprendizaje sin pensamiento es labor perdida”.
Ese es el reto. No se tiene que saber más de fútbol que el vecino del quinto, ni del tercero, ni el del ático. Las enseñanzas que debemos asimilar son que aprendamos más futbol que ayer, incluso más que mañana. En suma, la superación verdadera debe hacerse contra uno mismo y no contra el resto de aficionados futbolísticos…
Salamanca, 10. agosto.2024.