"La vuelta al fútbol"
Me acerqué como tantas otras veces a "El Corte Inglés", Salamanca, y revisé muchos libros en venta. Había una buena oferta y en la sección deporte me encontré libros ya descubiertos hace tiempo que no me interesaron. Eso sí, confirmé una vez más que hay un exceso de publicaciones centradas en el Barça como si todas ellas tuvieran subvenciones por hablar del fútbol barcelonista.
De pronto me sorprendió un libro que no estaba en la sección deportes, "La vuelta al fútbol en 80 historias", de Iker Ruiz del Barco, periodista. Tenía buena pinta después de leer la biografía del autor y el índice de asuntos tratados. Y rato a rato he ido leyendo algunos de sus capítulos, muy asequibles. He leído mucho libro de fútbol, últimamente más de ensayo y filosofía general del juego que de aspectos técnico-tácticos. Y, uno que se cree haberlo averiguado todo, o la mayoría, me encontré un capítulo que me sorprendió: "El jugador más viejo de la historia": "El Chava Reyes, a sus 71 años, demostró que la verdadera edad no está en los años que pasan, sino en la fuerza del corazón que los vive".
(...) "Salvador Reyes Monteón, más conocido como Chava, es una de las mayores leyendas del fútbol mexicano, un nombre escrito con letras doradas en la historia del Club Deportivo Guadalajara, el equipo de sus amores. En 1943, su padre, Luis Rivas, firmó por las Chivas, donde jugó durante cinco años".
(...) "El 19 de enero de 2008, el Estadio Jalisco se llenó de una emoción indescriptible. Las tribunas estaban abarrotadas de aficionados que venían a presenciar un hecho histórico: Salvador Reyes, a sus 71 años, regresaría al campo para disputar un partido oficial contra Pumas de la UNAM. El momento fue mágico y simbólico, un tributo a la grandeza de un jugador que había dado todo por el club".
(...) "Chava Reyes nos dejó nos dejó en diciembre de 2012, pero su legado perdura en cada niño que sueña con vestir la camiseta de las Chivas. Su historia es la de un hombre que vivió por y para el fútbol y que, en su último toque, nos enseñó que la grandeza no se mide solo en goles, sino en la pasión con la que se juega cada minuto de la vida".
Son historias "desconocidas" que afloran para sorprendernos cuando ya creíamos haberlo oído o visto todo. Me sirve para reafirmar mi posicionamiento acerca del fútbol (No todo está inventado) y que debemos percibirlo con la idea de que siempre aparecerá una innovación, una jugada distinta, una historia creativa digna de elogiar, de admirar y de propagar.
Pero no es la única sorpresa encontrada, leí un capítulo llamativo: "El portero sin brazo". Recientemente en la NBA apareció un jugador con limitaciones en uno de sus brazos pero, en el fútbol, a mí no me constaba. "Argentina todavía era tierra de mortales en 1906. El fútbol se veía como un mero entretenimiento... En Lanús se acababa de fundar un nuevo club: Barras Ahtletic... Barracas estaba lleno de grandes jugadores, sobre todo su portero, José Buruca Laforia... era el único portero, fue transferido al poderoso Alumni..."
(...) "La plantilla entró en estado de alarma, incapaz de encontrar un sustituto, por lo que empezó un proceso de pruebas a todos los jugadores para ver quien podría jugar bajo los palos. Uno de ellos destacó por encima del resto: Winston Coe. Era el lateral titular, no era de los fundadores del club, pero tenía una gran peculiaridad: no tenía brazo izquierdo. Sus compañeros, al principio, miraron con escepticismo la decisión, pero conocían bien la valentía y la determinación que caracterizaban al irlandés... Coe regresó más tarde a su posición original en la defensa, pero su breve y audaz carrera como portero quedó guardada en la memoria de todos... Coe demostró al mundo que la grandeza no está en el cuerpo, sino en el espíritu... la grandeza no está en lo que tenemos, sino en lo que hacemos con lo que tenemos..."
18. Enero. 2025.