EDITORIAL: "EL ESCORPIÓN"

04.08.2007 08:12 de  Redacción esFutbol   ver lecturas
EDITORIAL: "EL ESCORPIÓN"

“El Escorpión” es una creación singular. Dicen que su creador fue el portero colombiano Higuita. Sin embargo, algo parecido se lo ví hacer a Di Stéfano, golpeando de tacón por la espalda. Quizás era como un “escorpión” por detrás con una sola pierna, de hecho algo parecido también se lo hemos visto a Maradona. Recuerdo también haberlo visto a Hugo Sánchez, sobre todo lo intentaba en los entrenamientos, pero no recuerdo que lo haya ejecutado en ningún partido. Desde luego no es una jugada fácil. Casi una jugada parecida, algunos la llamaron “Espuela”, incluso “La taina” (Patada que da una persona moviendo el pie hacia atrás) la efectuó Johan Cruyff cuando en un partido de Liga de la temporada 73/74 le marcó gol al Atlético de Madrid cuya portería defendía el portero Reina (Padre del portero del Liverpool). Fue un gol de alta acrobacia, un gol volador…

Pero “El Escorpión” es otra cosa… Rechazar el balón con ambos pies por encima de la cabeza, dando un salto hacia delante, más parece un salto en el plinto que una jugada de fútbol; o como si hiciera “el ángel” en una piscina… Esta jugada-acrobacia está al alcance de muy pocos. Cada vez que memorizo la acción me entra una zozobra como el día que me sorprendió la ejecución del portero Higuita, colocado justo en la línea de su portería: “El balón llega a la altura de la cabeza, pasa por encima de ella, de pronto se tira en plancha hacia delante y calcula el tiempo transcurrido desde que lo pierde de vista hasta que el esférico llega a la altura de sus pies, dobla ambas rodillas hacia atrás, pone en tensión los dos gemelos para golpear simultáneamente con los dos tacones… Y el balón sale con precisión en trayectoria contraria…”

Cuando le preguntaban a Higuita por cómo se le había ocurrido la jugada, contestaba “Pregúntenle a él. Es un regalo de Dios, sale porque tiene que salir y uno no se cuestiona demasiado su origen”. Definitivamente, es una jugada “excéntrica”, sobre todo practicada por un portero y, para colmo, al borde del gol, en el filo de la navaja. Corre todos los riesgos del mundo y si no golpea el balón de manera perfecta el gol acaba siendo seguro. ¡Pero es tan excitante ver una locura tan maravillosa en un campo de fútbol…!

El cálculo espacio temporal para contactar con el balón sin verlo y en una posición flotante, es de una dificultad increíble… Se requiere una coordinación óculo pédica muy superior a cualquier golpeo ordinario donde la vista está fijada en todo momento sobre el movimiento de la pelota. Al margen de cualquier cálculo matemático, o físico, “El Escorpión” es imaginación pura, es un golpeo que necesita visionarse mentalmente el momento del encuentro del balón y los talones… Es la jugada extravagante propia de un genio, de un maestro del escenario…

Es de suponer que Higuita debió practicar muchas veces este golpeo antes de ponerlo en el escaparate de Wembley, aquel partido contra Inglaterra, el día 6 de setiembre de 1995. El lanzador del tiro bombeado todavía estará sorprendido, el inglés Jaime Redknapp. De otra manera, hubiera sido un suicidio en público. Sin embargo, aquel partido acabó en empate. Por lo que interpretamos que es un hábito adquirido pero muy arriesgado de cualquier forma. Los nervios de acero, la cabeza de hielo y los espectadores con “marcapasos”. Eso sí, el entrenador también sería un modelo a seguir porque sin duda consiente ésta y otras acciones… Con lo fácil que resulta en esta época el “prohibir”. Es posible que Higuita pudiera acabar con los nervios de todos…

El fútbol está lleno de tristezas y alegrías. Con estas sorpresas aparecen las acciones imprevisibles que no debieran desaparecer nunca en el fútbol. Son un plus de satisfacción. Y “El Escorpión” es sin duda una muestra de un estilo muy definido y concreto, de una manera de ser muy involucrado con el espectáculo. De hecho, Higuita declaraba: “Nunca me equivoqué, pero sobre todas las cosas soy arquero… cuando puedo sumo otras atribuciones y pateo tiros libres y penales…”

Sin duda, el fútbol profesional no le hizo cambiar. Y es muy bonito el riesgo adicional en un partido de fútbol y acaba siendo imprescindible la intuición… Quizás más la sangre fría… “El Escorpión” garantiza infartos si quien lo practica es portero… menos con Higuita por su conseguida perfección.